Todas las familias guardan historias increíbles y un retrato personalizado lleno de trazos, color y luz es una bonita manera de hacerlo.
Si has llegado hasta aquí es posible que estés buscando:
Un regalo que entre no solo por los ojos, sino también por el corazón.
Inmortalizar una de tus vivencias para que, cuando pasen los años, quede como legado familiar.
Un detalle para alguien especial que sea auténtico.
Tres sencillos pasos para tener tu retrato personalizado
Tú historia
Elige ese momento especial que quieres que pinte. Si no lo tienes claro no te preocupes, miraremos juntas todas las imágenes recopiladas para elegir la que mejor acabado pictórico tenga. Hablaremos de tamaños y gamas de colores. Después realizaré unos primeros bocetos a línea donde ya podremos ver planteada la composición final.
Fotos del proceso
Con la técnica del acrílico iré pintando tus historia. Te iré enviando fotografías del proceso para que no pierdas detalle de cómo se va creando tu recuerdo.