¿Cómo te enfrentas a un lienzo en blanco?

¿Cómo te  enfrentas a un lienzo en blanco?

Conozco perfectamente las sensación de enfrentarse a un lienzo blanco, da igual el tamaño, el miedo y la inseguridad se apoderan para bloquear la mente y en este caso también las manos. Hace tiempo que “el blanco” no me dan tanto respeto, pero esa misma sensación la sigo sintiendo cada vez que me expongo por primera vez a un nuevo proyecto.

Por suerte ese miedo se va convirtiendo en poder, e inevitablemente debemos asumir que cuando empezamos una aventura nueva, hay que buscar los trucos para saber transformar esa desconfianza en pasión a lo desconocido.

Las frases recurrentes que pasan por nuestra cabeza como ¿Seré lo bastante bueno? ¿Tendré talento? O simplemente la comparación,  hacen que retrasemos momentos que estamos deseando experimentar, claramente la aprobación externa nos paraliza. Pero la idea no es meterme en el plano psicológico e indagar en el porqué, sino mostraros los trucos que yo utilizo para librar la batalla. Por supuesto, no serán los mejores pero desde luego son aquellos que a mi me han funcionado.

Lo primero que me ayuda es  reflexionar sobre qué es lo que quiero conseguir, el objetivo. Una cosa es pintar y otra muy diferente crear, y si me preguntan que es más importante, diría que lo segundo. La creatividad y la imaginación es una herramienta muy potente que distingue e identifica, saber pintar a veces es innato y otras se aprende pero hoy en día es un medio para comunicar y por  mucha destreza que se tenga, si no emociona el resultado no sirve para nada. Piensa… seguro que encuentras algún lienzo decorativo que está perfectamente hecho, encuadrado y representado pero… no consigue hacerte sentir nada . Hay que pintar como uno sabes o le sale, y no como lo hacen otros.

Que la gente vea mis creaciones y sienta inquietud, es el camino que busco. Personalizar el talento y crear lienzos pintados a mano no es solo técnica, el proceso va más allá.

1> Cuando no sé qué pintar voy en busca de la inspiración

Vamos con la parte creativa, la difícil para mi. Para que las musas venga hay que trabajar la inspiración, yo siempre busco en aquellas cosas que me encienden como películas, libros, artistas, música y sobretodo indago en mi vida y en la vida de otras personas. Siempre que hay personas, hay historias que contar. A veces, la inspiración me tarda en llegar, si me pasa eso “ Que la inspiración te pille trabajando” como decía Picasso, cojo el pincel, mezclo, garabateo, mancho, rayo, visito museos… y un cuadernillo siempre a mi lado para que ninguna de las “locas” ideas que te aparezcan se escapen!

2> Salga lo que salga mancho y tiro pintura en el lienzo, lo demás va apareciendo poco a poco

Si te enfrentas a la pintura por primera vez y tus conocimientos son limitados hay que elegir entre aprender a pintar con soltura o sin ella. Yo opté por la primera y sin darme cuenta empecé a ver cosas interesantes. Coger el pincel, manchar y hacer formas hace que la mano se “caliente”, sin duda un ejercicio que ayuda a que el miedo a la hoja en blanco vaya desapareciendo.

No pienso en el resultado final demasiado, no concibo cada cosa que hago como un lienzo para el salón. Cada vez que creo algo nuevo, comienza una aventura que no se como va a terminar, esta sensación la convierto en algo divertido para poder disfrutar sea cual sea el desenlace.

3> Los detalles no me paralizan

Hay que elegir una técnica acorde a las expectativas, empezar con óleo hará que las frustraciones impidan evolucionar. Para empezar, hay técnicas como el carboncillo o los lápices de colores que facilitan los primeros pasos. Y luego continuar con alguna técnica húmeda de secado rápido que permite trazar con decisión y modificar sin tener que esperar horas para proseguir.

También piensa en tu personalidad, pinta con y sin detalle y busca dónde te sientes cómodo. En mi caso, aun siendo muy detallista en mi vida personal no creo que los detalles sean importantes en la pintura, por ello utilizo el acrílico; fácil de secar, admite varias capas, trazos espontáneos…

4> Visualizo el lienzo de pintura como un todo

A mi me funciona mucho no trabajar nunca por zonas, tal y como me enseñó el profesor que elegí como referente en la facultad, mancho todo y parto de ahí. Voy dando pinceladas hasta obtener volumen, a veces los trazos salen a la primera otras no, cuando eso ocurre dejo secar, trabajo otras zonas y sobretodo me separo del lienzo. Al rato o al día siguiente vuelvo a el.

La música, el método y la intuición son mis premisas y saber que haga lo que haga, lo hago para mi.

2 comentarios en “¿Cómo te enfrentas a un lienzo en blanco?”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *